Cuando estás en una relación amorosa, todo es mágico, el amor se siente a flor de piel, y cada momento que pasas con tu pareja se recuerda hasta que te das cuenta que de un momento a otro todo se acaba.
Terminar una relación amorosa puede ser un proceso muy doloroso cuando todavía tienes sentimientos por la otra persona; es difícil lidiar con el vacío que deja en tu vida y no puedes evitar pensar en momentos felices y momentos que pasamos juntos. Pero no todo está perdido, cada etapa de la vida debe llegar a su fin y el proceso de curación debe pasar.
Cómo lidiar con el hecho de que alguien ya no te quiere
Cuando dos personas están enamoradas, muchas veces imaginan que estarán juntas para siempre. Pero a veces las cosas no salen como esperabas y la persona que antes te amaba ya no te ama. Esto puede ser muy doloroso de aceptar, pero es importante que lo hagas. Si no aceptas esto, te torturarás en vano y te impedirás seguir viviendo.
Admitir que la persona que amas ya no te ama puede ser uno de los momentos más difíciles de tu vida. Pero una vez que lo aceptes, te darás cuenta de que era lo mejor para ti. Una persona que te amara de verdad nunca te hubiera hecho sufrir así.
Cómo romper con tu pareja
Primero debes entender que romper nunca es fácil y que la otra persona saldrá lastimada (y quizás tú también). Las rupturas no pueden ser pacíficas y no podemos pretender que la otra persona no esté sufriendo ya que van acompañadas de cosas desagradables.
Sin embargo, es importante que no te arrepientas de tu decisión, ya no puedes estar con una persona por la que no sientes lo mismo, ya que será lo peor para ambos en el corto plazo. Piensa, hagas lo que hagas, es imposible no sufrir.
Encuéntrate a ti mismo
Durante este período de recuperación, puedes aprovechar para pensar en lo que necesitas, cómo te gustaría que fuera tu vida, qué significa para ti el bienestar y la felicidad. Enfócate en sentirte cómodo contigo mismo.
Este es tu momento para redescubrirte y enfocarte en nuevas metas, desafíos y experiencias de vida que te hagan feliz. Además, encontrarte a ti mismo también significa aprender a valorarte. Cuando interiorices esto y te des cuenta de tu valía, sentirás que no es una opción ir detrás de alguien que no te quiere.
Permítete estar triste.
Como con todo duelo, necesitas moverte a través de tus emociones. Sentirse frustrado, resentido y triste es normal; sin embargo, muchos tratan de reprimirlo y siguen como si nada, pensando que así podrán superarlo más rápido. Pero todo es justo lo contrario. Hay que procesar todas estas emociones, tomarse su tiempo y no tener miedo ni vergüenza de admitir nuestro malestar por el hecho de que alguien no nos quiera.
Una de las cosas más importantes para superar el duelo es distanciarte de la persona que no encaja. Esto es lo que se conoce como “contacto cero” y es importante dejar de pensar constantemente en la otra persona y dejar atrás esa fase de enamoramiento que hace que nos aferremos a la más mínima esperanza. Es posible que las amistades cordiales puedan renovarse más adelante, pero primero tendrás que dar tiempo para curar las heridas.