La persona en la que estás pensando AHORA MISMO te agradecerá que cambies de actitud como te explicamos en este artículo.
Puedes estar con la misma persona que, dependiendo de cómo te comportes, puede ser cruel y repugnante contigo o dulce, leal y cariñoso contigo. Pero, ¿cómo es esto posible?
Déjame extrañarte.
Para que un hombre te aprecie, debe darse cuenta de que no estás a sus pies y que un error puede costarle perderte para siempre.
Para lograr esto, necesitas concentrarte en ti, no en él.
Primero debes respetarte a ti mismo.
Si quieres que los demás te respeten, primero debes respetarte a ti mismo. Cuando te valoras y te amas, te rodeas de personas que te respetan y se sienten atraídas por esa seguridad. Por eso te respetarán y apreciarán tu compañía.
Debes tener clara tu valía para que por mucho que ames a otra persona, no tolerarías que un hombre te insulte de ninguna manera. Ni verbalmente, ni físicamente, ni psicológicamente.
Qué hacer si sientes que tu pareja no te aprecia
Muchas personas sienten que sus parejas no las aprecian. Esto puede deberse a una variedad de razones, incluidos los desacuerdos sobre el significado del amor o la falta de atención de una pareja. Si sientes que tu pareja no te aprecia, hay algunas cosas que puedes hacer para solucionar el problema.
Primero, haz una lista de lo que crees que debería hacer tu pareja para demostrar que te aprecia. Esto te ayudará a definir claramente lo que buscas de tu pareja. Asegúrese de ser específico y no pregunte demasiado. Una vez que hayas hecho esto, habla con tu pareja sobre tus necesidades. Asegúrate de hacerlo de una manera que no parezca un ataque. Explique por qué es importante para usted ser apreciado de esta manera y pídale a su pareja que haga un esfuerzo para hacerlo.
No te dejes maltratar.
A veces puedes pensar que está bien que los demás sean groseros contigo o incluso que te traten mal porque sientes que no eres lo suficientemente apreciado. Sin embargo, el cambio comienza contigo mismo.
Tienes que decir basta y empezar a trabajar en tu autoestima. La violencia no siempre es física, sino también psicológica. Las identificas como palabras que te hacen sentir menos.