Obtenido de www.nytimes.com
Hay muchos modelos y estrategias diferentes en nuestra sociedad para hacer frente a las rupturas. Entendemos que la conexión afectiva que formamos con una pareja sentimental es profunda, y que lo que sentimos cuando nos separamos es generalmente reconocido. Por ello, recibimos toda una serie de respuestas compasivas que buscan superar este trance emocional. Pero, ¿qué sucede cuando perdemos a uno de nuestros mejores amigos? Si bien puede ser igual de importante, existe una tendencia hacia la consideración social del “vínculo de una sola vez” e incluso podemos percibir cierta desconfianza de los demás si no aceptamos rápidamente la ruptura. un amigo puede ser muy complicado, incluida la dificultad de no encontrar apoyo en relación con la pérdida, que no todos pueden encontrar traumático.
Pasan los días y no se sabe nada el uno del otro
Rompió con su pareja y ni te das cuenta; Renunciaste a tu trabajo y nunca te enteraste son ejemplos de esta situación. Si bien la verdadera amistad no se trata de estar juntos las 24 horas del día, los 7 días de la semana, al menos debes preocuparte por lo que sucede en la vida de la otra persona. Si dejan de preocuparse el uno por el otro día tras día, perderán su amistad.
¿Por qué una amistad termina repentinamente?
“Hay tantas razones por las que las amistades terminan como por las que comienzan”, dice Janine Ilsley, psicoterapeuta licenciada en Montclair, Nueva Jersey. “Incluso de forma aleatoria e imprevista. La gente va y viene con la misma naturalidad que la madera a la deriva en una ola”.
“Tendemos a buscar razones racionales y lógicas, pero buscar comprensión sobre una relación rota implica (me atrevo a decir) un mayor grado de aceptación y compasión. Por nosotros mismos, los demás y la amistad en sí misma”, Montclair explica.
Profundiza en tu relación preguntando por sus emociones
Muy bien, ahora formas parte de su entorno familiar, él confía en ti porque has mostrado cierta vulnerabilidad y también tenéis algo en común, pero si no profundizas, corres el riesgo de quedarte para siempre en esa zona de cortesía, donde las conversaciones son superficiales y no hay nada más que decir.
¿Cómo superar esta barrera?