Cuando hablamos y hablamos de una crisis de pareja, lo primero que debemos hacer es comprender el verdadero significado de este concepto antes de profundizar en él.
No le tengas miedo a la palabra ‘crisis’ ya que su significado es ‘cambio inevitable’, es un cambio necesario y la palabra no debe tener connotaciones negativas aunque suele tenerlas.
Dificultad para resolver conflictos en la pareja.
Si las discusiones van de la mano con la inmadurez y la poca capacidad para resolver conflictos, entonces la relación no va por buen camino.
Algunas de las manifestaciones de la incapacidad para resolver los conflictos son: la comunicación agresiva, los insultos, la falta de respeto o la ley del silencio (ignorando al otro) cuando hay un problema.
Se interesa por ti
Si necesita saber en todo momento dónde estás, qué haces y con quién, ¡cuidado! Es normal saber sobre la persona que amas y estar interesado en lo que hace y su entorno, pero de eso a ser su sombra… ¡hay un abismo! También es inaceptable que sepan todas tus contraseñas y revisen tu móvil y tus redes sociales: querer es confiar y aceptar que la otra persona tiene su espacio personal. Cuando amas a una persona, es normal que te intereses por lo que hace y conozcas su círculo de amigos o su familia, pero respetando el espacio personal. En una relación sana, no tienes que saber constantemente lo que está haciendo la otra persona o enviar mensajes de texto a tu teléfono celular cada 5 minutos. Si te “deja a la vista” será porque está haciendo algo importante y te responderá más tarde.
Pérdida de personalidad
Muy relacionado con lo anterior, otro de los signos que indican un deterioro en las relaciones corresponde a la pérdida de personalidad. En este sentido, puede llegar un momento en el que sientas que ya no disfrutas de tu desarrollo personal o que no tienes tiempo para sentirte bien haciendo lo que simplemente disfrutas.
La pérdida de independencia te hace sentir inevitablemente apegado a lo que hace la otra persona ya sus gustos, independientemente de los tuyos, lo que también puede provocar una caída de la autoestima. El problema se agudiza cuando en algún momento piensas que “dejar de ser tú mismo” no te ha hecho más feliz, ¡sino todo lo contrario!
Vampiros de energía
Estas son personas que necesitan tu energía para vivir. Sientes que empiezas el día con muchas ganas, nuevas fuerzas y optimismo, y te dejan sin esa energía, notas como estas relaciones te agotan y tu vitalidad disminuye. Suelen ser personas pesimistas que no se entusiasman con las cosas y utilizan su energía para alimentarse. Al final, sientes que ya no tienes fuerzas. Estas son personas que constantemente se aprovechan de la victimización y las denuncias, y luego no hacen nada para cambiar lo que no les gusta.
Relación con la fiscalía