A la gente normalmente le preocupa que no puedas hablar y que no le gustes a los demás. Un nuevo estudio publicado en Psychological Science analizó el miedo.
Saber cuándo callar
Maya Angelou nos dejó un millón de pedacitos de sabiduría mientras vivía. Cuando se trata de construir relaciones, piensa en esto: “La gente puede olvidar lo que dices, pero nunca olvidarán cómo los hiciste sentir”.
Sé real.
No intentes ser otra persona, sé tú mismo. La mayoría de la gente disfruta estar con alguien que es quien aparenta ser, con su propio estilo de vida, sin pretender ser quien no es.
La cortesía es una cualidad que nunca pasa de moda, si puedes hacer algo por alguien, hazlo. Una flor en la mesa de un compañero que atraviesa un momento de tristeza, un regalo de cumpleaños, una puerta abierta para que alguien entre, son detalles que se agradecen mucho.
Ser agradable incluso en los conflictos
En las relaciones interpersonales la empatía juega un papel fundamental. Ser empático consiste en la participación emocional en una realidad ajena a nosotros, generalmente en los sentimientos de otra persona.
Cuando tenemos un conflicto con otra persona, tendemos a actuar de forma impulsiva y egocéntrica, olvidando las emociones de la persona que tenemos delante y volcando toda la atención en las nuestras; Además, nos olvidamos de prestar atención a nuestro comportamiento y solo miramos a los demás. Al actuar de esta manera, esta persona puede terminar convirtiéndose en el “enemigo” (porque “hace el mal” y nos lastima), y nosotros nos convertimos en su víctima. Es en estas difíciles circunstancias cuando la empatía debe ser aún más pronunciada para no dañar la relación.
No seas listo.
Los chicos inteligentes suelen ser personas muy desagradables. A nadie le gusta la gente que habla sabiendo todo sobre todo, como si tuviera la verdad absoluta. E incluso si lo es, si quieres ser agradable, debes contenerte en la conversación. Si se le pregunta, responda, por supuesto, pero con la intención de dar la respuesta que se le pide, y no con la intención de mostrar su sabiduría.
En este sentido, evita intervenir en las conversaciones de otras personas denunciando la verdad y dictando consejos. Si cree que puede ayudar, siéntase libre de unirse a la conversación, hacer las preguntas correctas y hacer sugerencias para ayudar a otros a hacerle una pregunta.