El perro es un animal extremadamente social. Es capaz de interactuar no solo con individuos de su propia especie, sino también con otros que no le pertenecen. La relación exitosa más fuerte que se estableció hace miles de años y continúa hasta el día de hoy es la que existe entre los humanos y los protoperros.
Beneficios de la socialización de los empleados
Primero, la investigación muestra que la interacción social genera confianza. Las personas que tienen amigos en la empresa tienen más probabilidades de quedarse en la empresa y menos probabilidades de buscar otras opciones.
En segundo lugar, las personas de diferentes departamentos se comunican entre sí. Esto destruye los búnkeres interiores. Si eres amigo de alguien de otro departamento fuera del trabajo, no es difícil ir y hablar con ellos en el trabajo. En general, la comunicación interna se vuelve más fácil y natural, y a medida que envejeces, esto resulta ser de gran beneficio.
Un análisis de la socialización desde el punto de vista psicológico
Con base en el significado indicado y el significado de la palabra en cuestión, es vital determinar que la socialización, sin embargo, puede definirse a partir de dos puntos de vista diferentes. Así, por un lado, podríamos referirnos a ella en función de la influencia que la sociedad ejerce sobre el propio individuo. Por otro lado, podríamos hablar de socialización de forma mucho más subjetiva.
En este caso, cuando hablamos de subjetividad, definimos que el concepto que estamos tratando también se puede ver en términos de cómo un individuo particular reacciona y actúa en respuesta a la sociedad misma. .
Tipos de socialización
Hay dos tipos principales de socialización:
- Socialización primaria. Es lo que recibe una persona en los primeros años de vida, en la niñez y la primera infancia, al comunicarse con el entorno inmediato, que en la mayoría de los casos es la familia. El círculo familiar es fundamental para el infante, tanto para su desarrollo cognitivo y mental, como para su desarrollo social.
- Socialización secundaria. Esto es lo que sucede después de la adolescencia, cuando una persona se incluye en nuevos contextos sociales, recibe estímulos y se conecta con diversos agentes de socialización. Algunos de los agentes que participan en este tipo de socialización son los entornos laborales, las universidades y los clubes.
Entre los muchos beneficios de desarrollar la socialización en la infancia están la capacidad de formar amistades sanas, empatizar, compartir con los demás y aprender a trabajar en equipo.
La sana socialización de los niños comienza en su propio círculo familiar. La familia es el primer agente socializador del que el niño aprende muchos puntos de referencia. Así, de los padres, puede aprender a gestionar sus emociones y los problemas que puedan surgir, así como diferentes valores. De igual forma, es vital entender las complejas relaciones que existen entre hermanos, que pueden llevar a alguien a cooperar, pero también a la rivalidad o rivalidad. En muchas unidades familiares no se puede subestimar la importancia del papel de los abuelos, tíos o cualquier otra persona muy cercana.