La soledad es un estado de aislamiento en el que una persona se encuentra sola, sin acompañante ni mascota. Es común pensar en la soledad como algo negativo, ya que se suele asociar a la tristeza. Sin embargo, la soledad tiene un lado positivo y, además, es necesaria. Pasar unos días a solas puede ayudarte a encontrarte contigo mismo y reflexionar con serenidad sobre muchas cosas, por lo que la soledad es útil cuando es voluntaria y temporal. Sin embargo, no es bueno vivir así para siempre. Idealmente, necesita encontrar un equilibrio entre pasar tiempo con otras personas y estar solo. Si termina acostumbrándose a estar solo, puede afectar su salud. Aquí algunos aspectos en los que la soledad incide y repercute en tu salud. Cualquiera que haya vivido solo sabe que al principio no es fácil. Debes empezar por adaptarte a cocinar para una sola persona. Si además eres enemigo de cocinar, entonces lo más probable es que tienda a comer afuera, aunque tienen la oportunidad de cocinar, pero muchos optan por no hacerlo. Tienden a comer comida rápida y comidas precocinadas, lo cual no es saludable. La Universidad Tecnológica de Queensland (Australia) realizó un estudio con personas que viven solas. Los resultados mostraron que eran más propensos a hábitos alimenticios poco saludables. Aquí es donde empiezas a notar que la soledad afecta tu salud, estar mucho tiempo solo o sentirte inseguro puede acarrear serios problemas. Por ejemplo, si un resfriado dura 3 días, te darás cuenta de que vivir solo te llevará más tiempo recuperarte. momentos también nos permite tener una mejor salud. Ríete, juega, habla y discute con cualquiera. No te concentres en ti o en tu pareja. Maximice sus oportunidades. Aunque estés muy preparado, la falta de contacto con otras personas puede afectar tu inteligencia. No debes retraerte en ti mismo para obtener nuevos conocimientos. Discutir temas actuales o históricos con otras personas ayuda a mantener tu cerebro activo, y comparar diferentes puntos de vista y escuchar diferentes opiniones es un estímulo para tu mente. Esto se debe a que la empresa te ayuda a estimular las neuronas de tu cerebro. El Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry publicó un estudio sobre más de 2000 personas. Aquellos que se sentían solos, tanto si vivían con alguien como si no, tenían 2,5 veces más probabilidades de desarrollar problemas cognitivos. no es que la gente que vive sola quiera ser superficial. Sin embargo, la soledad hace crecer un poco el materialismo y el egoísmo. Esto puede causar el rechazo de los demás. El Journal of Consumer Research publicó un estudio que demuestra que las personas que tienen pocas relaciones sociales prestan más atención a los objetos materiales. Los objetos materiales pueden traer felicidad momentánea. Adquirir nuevos artículos materiales les hace sentir bien en el momento de la compra. Sin embargo, emocionalmente, todos estos elementos funcionan como consuelo temporal, después de lo cual vuelven a caer en su soledad. La Academia Nacional de Ciencias de EE. UU. realizó un estudio sobre la soledad. Los estudios han demostrado que el aislamiento percibido (es decir, sentirse solo, incluso cuando no lo está) puede aumentar el riesgo de muerte prematura en un 14 %. Es importante considerar sentirse solo. Es decir, si te sientes emocionalmente solo, puede afectar tu salud. En este caso, es importante que analices tus relaciones personales.
Añadir café
Un estudio publicado por el New York Times demostró que al sostener una bebida caliente, ya sea café o té, las personas perciben al interlocutor como cálido. Para ello, es preferible utilizar una taza sin asa para mantenerla recta.
Aunque el lugar donde os vais a encontrar no sea vuestra oficina, podéis llevarle una bebida de una cafetería (averiguad lo que le gusta) y esto hará que el interlocutor agradezca vuestra atención.
¿Qué hacer con tus pensamientos negativos?
Puede que estés un poco más que nervioso. Quizás tu miedo a ser rechazado o ridiculizado te paralice por completo. Tal vez se sienta abrumado por una corriente de pensamientos, instándolo nuevamente a no correr riesgos.
En estos casos, la sabiduría popular recomienda pensar en el bien, o repetirnos lo buenos y maravillosos que somos.
Normas de relación aprendidas en la infancia
El factor decisivo que explica nuestras capacidades o dificultades en la comunicación radica en nuestra infancia. La mayoría de nosotros hemos internalizado inconscientemente las reglas de relación que nos inculcaron nuestros principales cuidadores. Si ya no tuvieron éxito en su tiempo para ellos, tampoco lo serán para nosotros.
Lo mismo sucede con nuestra comunicación. Si las habilidades lingüísticas de nuestros padres no eran muy buenas y no interactuaban mucho con nosotros, algo así también importa.