Si la situación adversa que nos provoca tristeza nos agobia y nos agobia, tiene perfecto sentido que tengamos ganas de llorar.
Además, incluso se pueden generar episodios de ansiedad, con síntomas como dificultad para respirar, dolor torácico, mareos, vómitos, inquietud motora o irritabilidad.
Desafiando el pensamiento negativo
La tristeza continua da un giro negativo a todo, incluyendo la autopercepción, la situación en la que uno se encuentra y las expectativas para el futuro. Pero para salir de este enfoque negativo, no es suficiente pensar en positivo, sino que debe reemplazar los pensamientos negativos con pensamientos más equilibrados que desafíen la negatividad.
Es posible lidiar con los pensamientos negativos y dejar atrás la tristeza. Hay diferentes formas de hacerlo:
Identifica lo que te afecta
Esto puede parecerte obvio, pero no siempre es fácil. A veces es un cúmulo de muchas cosas (algo que te ha pasado con tu pareja, la sensación de que no estás haciendo lo que realmente quieres sino lo que los demás esperan de ti, una decepción…).
A veces la tristeza no tiene un solo color. Pero una gama compleja que hay que saber desentrañar.
La persona que amas no es perfecta
¡No lo olvides! En los procesos de duelo de una ruptura, es muy común que idolatremos a la otra persona, independientemente de quién haya tomado la decisión. Siempre hay un momento en el que pensaremos que nuestra ex pareja es excepcional y maravillosa y nunca volveremos a encontrar a nadie como él. Y eso nos lleva en muchos casos, como podéis imaginar, a nutrir el sentimiento de culpa.
Tienes que recordar que todos estos pensamientos son totalmente irracionales producto de la depresión amorosa. Ni tu pareja es un ser impecablemente perfecto, ni tú eres el peor ser humano sobre la faz de la tierra. Usted o ambos habrán sido grandes o geniales en un momento, y habrán cometido errores en otro.
¿Cómo identificar la tristeza patológica?
Si llevas mucho tiempo en un bucle de pensamientos y cogniciones negativas, el pesimismo te invade y afecta a otros ámbitos de tu vida, puede que esta tristeza ya no sea adaptativa y sea patológica. Otra señal de lo que puede ser un problema es que hayas intentado superarlo tú mismo sin éxito.
- Acepta tu emoción y permítete expresarla