Todo lo que veo en internet me parece muy común encontrar información de cómo afrontar una relación codependiente o tóxica o una ruptura por ejemplo, pero hay muchas… ¿Relaciones sanas?

Muchas veces las relaciones generan preocupación e incomodidad, cuestan esfuerzo, se complican, se sienten mal… Pero tener una buena relación y la mayoría de la gente realmente es muy satisfactorio. En algún momento de su vida quieren tenerlo, lo cual también es muy fomentado por la cultura, e incluso por la familia en muchos casos.

No tengas miedo a las conversaciones difíciles

Por muy bueno que seas, no hay pareja que no se pelee en algún momento. Los desacuerdos son inevitables en una relación, y las parejas felices hablan abierta y honestamente sobre temas delicados en lugar de esconder sus sentimientos debajo de la alfombra. En una relación, no resolver problemas y dilemas importantes puede generar resentimiento y separación.

Las parejas felices no actúan como contadores de las buenas y malas acciones del otro. Ambas partes en una relación sana y feliz. Trabajan por amor a su otra mitad, sin esperar nada a cambio. Si las cosas salen un poco mal, los dos hablan de ello en un tono respetuoso y no acusador.

Establecen objetivos y proyectos. Empiece a hacer ejercicio, practique deportes, tome clases de baile, planee viajes de vacaciones, lo que sea que lo motive a trabajar en equipo.

Las parejas felices no dejan que el amor que reciben el uno del otro se convierta en un factor común en su vida diaria, entendiendo plenamente que es extraordinario. Por eso sé cómo expresar mi gratitud el uno al otro incluso por cosas triviales que pueden parecer insignificantes.

John Gottman

En los años 70, el psicólogo John Gottman centró su atención en evaluar y estudiar a las parejas para descifrar qué hábitos tenían las que se podían considerar parejas perfectamente felices. .

Gottman midió y analizó las respuestas fisiológicas de cientos de parejas en momentos de conflicto y en tranquilas conversaciones cotidianas. Después de seis años, encontró que quienes mostraban una mayor actividad cardíaca (aceleración del flujo sanguíneo, sudoración, etc.) medida por electrodos expresaban infelicidad, aunque se separaran o siguieran viviendo en pareja.