Muchas personas tienen grandes dificultades para encontrar pareja. El ser humano es un animal social por naturaleza, tenemos la necesidad innata de estar acompañado de otras personas y de establecer lazos sociales y afectivos. Esto también se aplica a la esfera emocional, que nos hace sentir la necesidad de amar y ser amados. Por eso, aunque no todas las personas tenemos las mismas necesidades emocionales, generalmente tendemos a buscar afecto.
Tener pareja también es una opción que va más allá de las necesidades puramente emocionales. Es en cierto modo una convención social y, a veces, incluso una solución instrumental; En este sentido, no son raras las parejas formadas por simple conveniencia, haya o no amor entre ellos. A menudo, estas relaciones se basan en el miedo a la soledad, la conveniencia financiera o alguna otra razón.
Conocer gente nueva
Las amistades y las relaciones toman tiempo para desarrollarse. Si te sientes solo, puede ser tentador intentar rápidamente “encontrar un amigo”, pero no te fuerces. Hay varias formas de conocer gente nueva y expandir tu red social. Si tiene un trabajo, puede unirse a un club social o una reunión de trabajo.
Es posible que descubras que tienes más en común con tus colegas de lo que pensabas y a partir de ahí puedes desarrollar una amistad, los sitios de redes sociales te gustan y pueden ser excelentes para conocer gente nueva que comparte tus intereses
Inscribirse en una clase de idioma, baile o cocina
Inscribirse en una serie de clases solo para hacer amigos puede ser un poco exagerado, pero si hay algo que quieres aprender, ¿por qué? ¿No hacerlo con más gente en vez de desde la soledad de tu ordenador?
El único problema de las clases presenciales es que los participantes suelen estar más pendientes del temario y del profesor que de socializar. Si es así, considere llegar un poco antes para conversar con los presentes en ese momento.
¿Por qué siento que no me importa todo?
Algunas de las posibles causas por las que siento que nada me importa pueden ser: depresión u otro trastorno del estado de ánimo, dolor emocional, crisis vital, vacío existencial o materialismo excesivo, entre otras.
La ansiedad y el estrés también son factores que limitan y dificultan nuestra capacidad de socialización. Por otro lado, cabe señalar que condiciones psicológicas como el trastorno de personalidad antisocial, la fobia social o la agorafobia también provocan estas dificultades.