Ser independiente no es una mala cualidad en una relación. Sin embargo, estar en una relación seria requiere compromiso y sacrificio. O eso es lo que hemos llegado a creer.
En una relación de pareja, cierta independencia es fundamental para el buen funcionamiento de ambos miembros.
Formas de pareja
Su clasificación depende del número de miembros que comparten un vínculo, el género de los participantes o las emociones y personalidades expresadas por cada miembro.
Por número de miembros:
Relaciones conyugales
Las relaciones conyugales son un factor fundamental en el ciclo vital de las personas, y como tal han influido en numerosos estudios y en el desarrollo de este tipo de combinaciones Se han realizado investigaciones centradas en encontrar factores que puedan dar
El gran interés que ha despertado conocer los rasgos y características de los diferentes tipos de parejas ha dado lugar a varias clasificaciones. Una de las taxonomías más generalizadas en la sociedad actual es la distinción entre “relaciones saludables” y “relaciones no saludables”. monogamia. Estos son “Toda la vida” y “Para toda la vida”. Está formado por dos personas con exclusividad sexual y afectiva y valora mucho la fidelidad mutua en estos dos ámbitos. Aunque la tendencia actual es a la baja, es la forma más común socialmente.
Monogamia consecutiva. Puede considerarse una variante del anterior, donde las parejas continúan eligiendo la monogamia como modelo, pero ya no mantienen múltiples relaciones monógamas a lo largo de su vida, sino a lo largo de su vida. Aproximadamente cada 7-10 años se elige una pareja en función de su momento vital, sus características personales y lo que buscan en cada etapa. Por ejemplo, parejas para noviazgo de jóvenes, parejas para primeras experiencias de convivencia e independencia, parejas para casarse y tener hijos, parejas para después. En algunos casos, esta monogamia continua se debe a no saber desarrollar o crear o actualizar contratos con esa pareja, lo que conduce casi inevitablemente a lo que se conoce como parejas divergentes. Tenemos el mismo camino y meta. Inicialmente, la evolución de diferentes individuos hace que nuestros caminos se desincronicen y se interrumpan. Relación abierta. La libertad sexual está permitida y no existe exclusividad al respecto. Es más probable que este tipo de relaciones lleguen a un acuerdo porque no hay un guión preestablecido. Muchas parejas acuden allí en un intento de solucionar los problemas de las parejas monógamas, y esto no suele funcionar porque nacen en crisis, no en bienestar. Hay dos tipos: parejas totalmente abiertas (donde cada uno puede tener la experiencia sexual que desee respetando su contrato interno) y relaciones abiertas swinger (donde van a experimentar con otros). Su principal ventaja es que permiten la novedad y el cambio que no se ve en la monogamia. Sin embargo, cuando no se gestionan bien las emociones y falta la confianza, puede surgir la inseguridad, los celos, la infidelidad… sí, la infidelidad porque la infidelidad (ya sea monógama o de cualquier otro tipo) es la ruptura de un acuerdo de engaño. Relaciones poliamorosas. Es una relación de tres o más personas al mismo tiempo que pueden tener diferentes relaciones amorosas y/o sexuales, y todos los miembros son conscientes de estas relaciones. La poligamia es un tipo de relación marital en la que la libertad emocional y sexual es prominente. Es amar a los demás sin barreras al mismo tiempo. Por ejemplo, podría ser una relación de dos a dos donde se permite una relación secundaria (una relación principal). Tres o más relaciones con enlaces simétricos. O una relación entre dos personas, a veces tres, a veces dos, que es la relación principal en la que entran y salen otras personas. Hay muchas posibilidades diferentes. Es un tipo de relación que está en auge, pero también tiene desafíos, como generar un sentimiento de compromiso. Si quieres saber más sobre este tema, no te pierdas la web de Sandra Bravo. Viviendo Aparte (LAT). Fomenta las relaciones de no convivencia y el espacio personal, y persigue espacios públicos de calidad. La no convivencia promueve la unión de la seguridad con el deseo y la pasión. Este es un tipo común de relación de pareja donde las personas que han estado en una relación antes creen que la convivencia ha jugado un papel en el declive de la relación. Parejas afectivas o reunidas (anteriormente conocidas como parejas reconstituidas). Si al menos uno de los miembros tiene un hijo de una relación anterior y pueden vivir juntos. Uno de los mayores retos a los que se enfrentan este tipo de parejas es la adaptación y unión de dos familias diferentes (cosa que suele ocurrir cuando deciden vivir juntas bajo un mismo techo). ¡desafío! Relación híbrida. Dentro de un mismo vínculo, cada miembro tiene condiciones diferentes. Lo necesitemos o no, es un arreglo inusual porque tendemos a buscar la igualdad en los vínculos. Por ejemplo, esto sucede en relaciones asexuales donde un miembro tiene una relación sexual abierta y el otro no. Relaciones desordenadas. No hay reglas ni compulsiones en este tipo de relación y se basa en la responsabilidad emocional individual. Se trata de guiarse por lo que cada unx siente siempre, cuidarse y defender que cada relación es única. Este es el tipo de pareja que va en contra de los típicos hitos amorosos marcados por la sociedad. Abierto
En segundo lugar, los emparejamientos abiertos son lo opuesto a los emparejamientos más conservadores o tradicionales. Creen que la integración de terceros y otras experiencias alimenta su pasión. Por lo tanto, además de encontrarse y compartir la vida, se permiten otras subrelaciones entre ellos. Puede incluir poligamia.
Estar con otra persona no refleja infidelidad o traición si estáis de acuerdo y os aceptáis. Por ejemplo, es una gran alternativa para personas asexuales que quieren tener hijos. Permite encuentros sexuales que la satisfacen en áreas que su pareja puede no querer.
